Politico informa que además del deseo del Secretario de Transporte, Pete Buttigieg, de «justicia como criterio para las subvenciones existentes del DOT»
- Su FAA ha solicitado a su Comité Asesor de Drones «Recomendaciones sobre el uso de lenguaje neutral en cuanto al género», eliminando palabras como «aeronaves no tripuladas» y «aviador».
- El jefe de la oficina de integración de drones de la FAA quiere «la introducción de un lenguaje neutral en cuanto al género … en la aviación en general».
- La FAA también buscará actualizar el lenguaje en las regulaciones existentes para eliminar palabras específicas de género.
La Association for Unmanned Vehicle Systems International está tratando de cambiar su propio nombre en respuesta a los vientos dominantes, aunque todavía no ha encontrado un reemplazo para «Unmanned».
Cómo establecer prioridades problemas culturales Del mismo modo, el uso del idioma será un desafío clave para la administración de Biden, que acaba de aprobar la Ley de Recuperación Estadounidense en el Senado: un árbol de Navidad de $ 1.9 billones con prioridades del Partido Demócrata, muchos de los cuales, en el mejor de los casos, han tenido dificultades para lidiar con la pandemia, mientras que los republicanos prefirieron centrarse en vender Dr. Seuss Libros.
Los demócratas recibieron rescates de pensiones estatales al vincularlos a artículos populares como cheques por $ 1,400 para la mayoría de los estadounidenses. Se verán tentados a cambiar no solo las leyes sino también la cultura estadounidense al excluir el lenguaje exclusivo de género del gobierno y de quienes hacen negocios con el gobierno. Sin embargo, esto probablemente va de la mano con la capacidad de avanzar en otras prioridades legislativas, lo que dificulta la vida de los pocos miembros del Congreso del Estado Rojo en una cámara y un Senado ajustados.
La interacción entre las prioridades culturales y legislativas será un tema importante en esta administración. Siento que hay una breve ventana en la que un nuevo presidente puede impulsar su agenda en un congreso apretado antes de que las elecciones de 2022 sean lo primero. Cuando los demócratas pierden el control de la Cámara o el Senado, se retrasa el progreso legislativo, pero las batallas culturales aún se pueden librar en el frente ejecutivo, por lo que puede tener sentido deportarlos durante un año. Sin embargo, esto corre el riesgo de disminuir el estatus relativo de activistas clave dentro del partido.